ESPAÑA: EL MONITOREO FITOSANITARIO, UTILIDAD, COMPONENTES.
Índice
 |
| Fuente: http://www.agrocalidad.gob.ec/vigilancia-fitosanitaria/ |
En mi actividad como Asesor técnico en manejo fitosanitario de hortalizas ocurre con frecuencia que me llaman para ir a evaluar lotes de cultivo en los que detectaron problemas fitosanitarios causados ya sea por plagas o por enfermedades, cuya incidencia es alta y presentan daños de consideración tanto en las plantas como en los frutos u otros órganos que se cosechan.
Entonces suelo comentar que me llamaron sólo para que les diga de qué se murieron o van a morir sus plantas, o qué plaga destruyó sus cultivos. La detección tardía de los problemas fitosanitarios es común en las empresas agrícolas que aplican la estrategia del manejo convencional; y esta situación deja al agricultor con pocas opciones para emplear formas naturales para el control del problema presente.
La identificación de los problemas fitosanitarios a destiempo deja al agricultor sólo con una opción de manejo: la aplicación de pesticidas sintéticos. Si el problema ocurre en una etapa temprana del desarrollo del cultivo esta suele ser una “solución” temporal del problema. Pero si el cultivo está avanzado y próximo a la cosecha las opciones químicas son limitadas fuertemente porque los productos que funcionan no están autorizados para su uso en cultivo y/o no pueden degradarse a tiempo para cumplir con los límites de tolerancia de residuos en los productos agrícolas establecidos por EPA o las empresas exportadoras.
Muchas empresas prefieren el MANEJO CONVENCIONAL debido a que es más fácil de seguir (detecto el problema cuando es evidente-aplico un pesticida-me olvido del problema) en comparación con el MANEJO INTEGRADO (evalúo riesgos-prevengo-atiendo adecuadamente el cultivo-establezco formas naturales de control-detecto a tiempo los problemas-aplico medidas correctivas naturales-dejo el control químico como última opción). Independientemente del sistema de manejo que se siga, si se detectan los problemas en las primeras etapas de su manifestación siempre habrá más opciones para minimizar sus daños. Para lograr este objetivo se debe establecer un sistema de monitoreo fitosanitario.
EL MONITOREO FITOSANITARIO
El propósito del monitoreo fitosanitario es la DETECCIÓN OPORTUNA de los parásitos del cultivo antes que se conviertan en PROBLEMAS FITOSANITARIOS SIGNIFICATIVOS. Su principal componente es un programa de visitas calendarizadas en cada uno de los lotes del cultivo, siguiendo una ruta prefijada, con la intención de detectar la presencia de las plagas, enfermedades y malezas que afectan al cultivo. Estas visitas se complementan con una serie de herramientas de detección adicionales como trampas de luz, de colores, de feromonas, y con inspección de los tallos y raíces de las plantas. Cualquier problema detectado a tiempo, en sus primeras manifestaciones, da oportunidad de poderlo controlar efectivamente, a menor costo, evitando los daños al cultivo y sus productos comercializables.
COMPONENTES DEL MONITOREO
1. VISITAS CALENDARIZADAS.
En función de la dinámica entre la especie vegetal cultivada y sus parásitos, el monitoreo se realiza dos veces por semana en hortalizas, una vez a la semana en cultivos básicos, y una vez cada dos semanas en árboles frutales (una vez por semana durante las etapas críticas de floración y fructificación). Estas se programan en días específicos para cada lote, sin modificar dicha calendarización. En el lote se traza una ruta de recorrido que puede ser en zig-zag, el método del cinco de oros, o el método por surcos en función de las posibilidades prácticas de cada uno de ellos. En hortalizas de porte alto, con estacones o colgadas con hilos, el método más usado es por surcos. En ese recorrido se fijan estaciones de monitoreo cada cincuenta a cien metros (la experiencia práctica indicará si basta en cada cien metros o es necesario reducir el espacio a cada cincuenta metros). En cada estación de monitoreo, la persona responsable observará las plantas cultivadas para apreciar su estado de desarrollo, su estado nutricional, su estado hídrico y su manejo agrocultural. Luego inspeccionará las plantas cuidadosamente tratando de detectar las principales plagas (adultos, huevecillos, ninfas/larvas, pupas, daños, excrementos, telarañas, etc.) y enfermedades (síntomas, estructuras reproductivas, exudados bacterianos, etc.). También observará si las plantas arvenses están compitiendo o afectando de alguna manera al cultivo. Se anota la información en una libreta y se pasa a la siguiente estación de monitoreo. Al final la información se concentra (promedios) y se asienta en un formato de monitoreo definido para los propósitos particulares de la empresa y los cultivos que comúnmente se explotan en ese lugar.
2. TRAMPAS.
Diversos tipos de trampas son eficaces para atraer y capturar insectos potencialmente dañinos al cultivo (plagas, vectores). Los tipos de trampa más comunes y efectivos incluyen:
(a) Trampas amarillas adhesivas tipo pancarta, colocadas en la periferia de los lotes del cultivo para atraer y contabilizar insectos con potencial como vectores (pulgones, chicharritas, moscas blancas, trips, etc.);
(b) Trampas con feromonas, para atraer y capturar adultos de diversas plagas (gusano alfiler, gusano soldado, gusano del fruto, picudo del chile, etc.); y
(c) Trampas de luz, que se colocan por las noches, para atraer y capturar adultos de polillas, escarabajos y otros insectos que normalmente se comportan como plagas. Estas trampas se deben revisar una o dos veces por semana en función de la época, la etapa fenológica del cultivo, y las condiciones favorables para los insectos que se pretenden atrapar.
Es importante acordar la forma más adecuada de presentar la información de monitoreo, pues servirá para definir los umbrales de acción para cada problema fitosanitario que se detecte.
3. INSPECCIONES DE RAÍZ Y TALLO.
Esta forma adicional de monitoreo consiste en seleccionar entre 20 y 25 plantas al azar en un lote, extraerlas e inspeccionar en cada una de ellas su tallo y raíces. El propósito es detectar síntomas y/o signos que indiquen una etapa temprana de infección por patógenos de la raíz y tallo, antes de su manifestación evidente en campo. Esta forma de monitoreo se programa una vez cada mes a partir de la fecha de trasplante o siembra de la hortaliza, es decir, a los 30, 60 y 90 ddt (o dds). Cuando un lote tiene antecedentes de infección por este tipo de patógenos, entonces los muestreos de raíz y tallo se realizan cada tres semanas a partir de la fecha de establecimiento del cultivo, o sea a los 21, 42 y 63 ddt.
UTILIDAD DEL MONITOREO
En el caso de las PLAGAS lo deseable es detectar los adultos que están arribando al lote, o sus oviposturas, o al menos sus larvas/ninfas recién emergidas. Si se detectan los adultos que están migrando antes que ingresen al lote de cultivo entonces es posible: (a) Rechazarlos con repelentes y/o antialimentarios; o (b) Capturarlos y eliminarlos mediante barreras adhesivas, trampas con feromonas y/o trampas de luz. Si esta primera línea de defensa falla, pero se detectan las oviposturas, entonces es posible liberar depredadores y parasitoides que los devoran o parasitan para evitar que eclosionen. Y si esta segunda línea de defensa falla, entonces es conveniente detectar las larvas/ninfas cuando están recién eclosionadas; ahí es posible eliminarlas con depredadores, bacterias entomopatógenas y/o baculovirus, o aplicar un plaguicida específico. Pero la detección de las plagas cuando ya son larvas/ninfas de desarrollo intermedio o avanzado, o peor aún después de que ya se formaron varias generaciones del parásito, significa una falla de monitoreo que hay que corregir.
En el caso de las ENFERMEDADES DEL FOLLAJE es deseable detectar las primeras lesiones en su etapa inicial. Cuando existen antecedentes de un problema particular que es potencialmente grave en un lote y que tiene un crecimiento muy rápido (Phytophthora infestans, Botrytis cinerea, Pseudoperonospora cubensis, etc.) es aconsejable aplicar fungicidas biorracionales en forma preventiva cuando el ambiente se vuelve favorable para la infección del patógeno. En el caso de enfermedades no tan drásticas, y/o cuyo avance es de lento crecimiento, no se justifican las aplicaciones preventivas; los esfuerzos se dirigen entonces a la detección oportuna del problema.
Para las ENFERMEDADES DEL SUELO, inducidas por patógenos que infectan la raíz y/o el tallo, las inspecciones de raíz y tallo permiten detectar las infecciones en su etapa inicial, aproximadamente tres semanas a un mes antes que la planta manifieste síntomas de marchitamiento y/o pudrición característicos de este tipo de enfermedades. La detección oportuna permite la aplicación de productos biorracionales capaces de detener la infección y evitar los daños posteriores.
COMENTARIO FINAL
El monitoreo fitosanitario es una herramienta del MANEJO INTEGRADO que permite detectar los problemas fitosanitarios en una etapa temprana y tomar medidas eficaces para su manejo. Desde luego que diseñar un calendario de monitoreos, establecer las trampas necesarias para la detección de insectos, y realizar las inspecciones de raíz y tallo representa MUCHO TRABAJO. Adicionalmente el personal que realiza esta actividad se debe entrenar durante un tiempo para aprender a detectar y reconocer los parásitos del cultivo. Mucho trabajo, pero es un esfuerzo que VALE LA PENA.
Si un agricultor y/o su equipo de apoyo en el manejo de las hortalizas no desean realizar tanto esfuerzo no hay problema. Pueden descansar tranquilamente hasta que el primer parásito brote como un PROBLEMA FITOSANITARIO MAYÚSCULO… Y entonces podrían SUFRIR LAS CONSECUENCIAS.
fUENTE:
Dr. José Alberto Quintero Benítez
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=163437354249605&id=156600928266581
Nuestros Blogs:
www.librosagronomicosperu.blogspot.com
https://cultivandoorganicoperu.blogspot.com
https://flores-hortalizas-frutas.blogspot.com
https://agronoticias2012.blogspot.com/
https://librosyveterinaria.blogspot.com/
https://poemasyfrasesdeamorr.blogspot.com/