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    1.- Son las que se realizan con materiales orgánicos, como el mantillo, la tierra de brezo o de castaño, el estiércol, etc. Suelen realizarse para mejorar las características físicas del suelo aportando materia orgánica. Disminuyen la compactación del suelo y aportan también nutrientes.

    2.- En agricultura se conoce por "enmiendas" aquellas substancias que se incorporan a los suelos las cuales actúan principalmente sobre la textura de éste, corrigiendo problemas de compactación o exceso de soltura y actuando sobre las reacciones químicas y/o biollógicas, estimulándolas en diversas formas.


    Dentro de las enmiendas minerales, la cal es una de las más importante. Se emplea principalmente por los siguientes objetivos:



    1.- Soltar los terrenos muy compactos, lo que facilita su saneamiento y aireación, además de la ejecución con mayor facilidad de las diversas labores de cultivo.



    2.- Neutralizar parcialmente la acidez del suelo, rebajándola a niveles más compatibles con las exigencias de la mayor parte de las plantas.



    3.- Mejorar los suelos fuertemente alcalinos o sódicos.



    Cabe señalar que la cal interviene en parte como abono con su acción directa en la formación de tejidos vegetales, así como también interviene en la movilización de diversos elementos nutrientes del suelo.



    Dentro de las enmiendas calcáreas se encuentran el carbonato de calcio, la cal viva, la cal apagada y el yeso.



    El carbonato de calcio, si bien es de acción más lenta que la de los demás compuestos calcáreos, es el más empleado. Para su incorporación a suelos es preciso e indispensable que se encuentre finamente molido a objeto de que ejerza una acción eficiente y duradera.



    En aquellos terrenos compactos se da preferencia de uso a la cal viva, y en aquellos suelos de consistencia media y suelos sueltos,se emplea de preferencia la cal apagada.



    En general, las dosis de aplicación varían en función del tipo de suelo y del objetivo perseguido con su uso. Si se aplica como abono, 300 a 400 kilos por hectárea, si se emplea como enmienda, unos 600 kilos por hectárea en suelos de consistencia media y no menos de 1.000 kilos por hectárea en suelos compactos.



    La cal debe emplearse oportunamente, ello siginifica que debe ocuparse al menos 1 mes antes de las siembras como mínimo y con mayor anticipación si se trata de dosis fuertes. La cal se debe incorporar con la labor de rotura o con la primera cruza.



    Para corregir la acidez, se requiere en térmibos generales, aplicar 3.000 kilos de cal por hectárea a objeto de reducir la acidez en un grado, cabe mencionar que en la práctica se emplean dosis menores y se obtienen resultados satisfactorios con dosis de 1.200 a 1.500 kilos por hectárea.



    En opinión personal, me permito señalar que la aplicación de cal como enmienda constituye una operación delicada, siendo recomendable consultar con un especialista en suelos a objeto de fijar la oportunidad y los detalles de la operación a realizar.



    Antes de finalizar este breve comentario sobre enmiendas minerales, me refiero al yeso. Este material posee, entre otros atributos, el de movilizar el Potasio y se emplea en casos muy calificados (para enfatizar la prudencia aconsejada en la aplicación de yeso, menciono un dicho muy antiguo y conocido en mi país (Chile), especialmente por los agricultores: "el yeso enriquece a los padres y empobrece a los nietos


    Fuente: http://www.manualdelombricultura.com/foro/mensajes/22564.html